Ponente 209 : Sr. Juan Vila
Tema : “El gas en Europa en el contexto actual”
Des de Senior’s Club Empresarial buscamos siempre de máxima actualidad e interés, que nos permiten analizar el mundo con más criterio. La actual situación energética derivada de la Guerra de Ucrania y de la tensa relación con Rusia, y las limitaciones exigidas por el cambio climático, hace que el gas sea un tema de máxima importancia, y más acercándose el frío y en invierno.
Por este motivo, el pasado martes tuvimos el placer de contar con uno de los expertos más importantes en esta materia: el Sr. Juan Vila, ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Catalunya y PMD por Harvard Business School, y fundador de la patronal GASINDUSTRIAL.
Fue presidente de la Associacio Catalana de Cogeneradors y fue participe en la unión de esta con la AAEE, otra asociación de cogeneradores, para formar Acogen, la asociación Española de Cogeneradores, de la cual fue presidente.
Fue presidente de Aspapel, la asociación de la industria papelera. Durante su mandato, Aspapel absorbió la Associacio Catalana de Paperers.
Fue fundador en 2015 de la patronal GASINDUSTRIAL, agrupación de consumidores industriales de gas. Presidente durante la primera etapa de la Asociación hasta 2018.
Es consultor de la industria papelera en Juanvila Solutions y ha trabajado en países como Iran, Serbia, Ucraina y Alemania.
Ha sido CEO y es Presidente de Iberboard, una papelera en Alcover (Tarragona).
Juan Vila inició su coloquio “El Gas en Europa en el contexto actual” marcando un escenario, primeramente, nos quería contar como se ha desarrollado el gas en Europa, seguidamente como se debería haber desarrollado, y finalmente, hacer una visión de futuro, a corta plazo, de los diferentes escenarios que nos podemos encontrar, siempre desde su punto de vista.
En la historia, ha habido 3 accidentes nucleares de gran envergadura, que han hecho perder mucha fuerza y popularidad a la energía nuclear, uno de los últimos en Fukushima. Esto ha conllevado que el discurso general de muchos países, especialmente de los desarrollados, haya virado, a lo largo del tiempo, a plantear la energía nuclear como una energía “potencialmente peligrosa” y a preparar planes para cerrar estas centrales. Pero ninguno de estos países pensó en la creación de alternativas reales (el sol y el viento son fantásticos, pero no son suficientes), para sustituir esta energía. De esta forma, se convirtieron en dependientes, de los países que disponen de gas, uno de los cuales, y del que más depende Europa: Rusia.
De esta forma, debemos entender que la situación que estamos viviendo actualmente con el gas, es provocada por un seguido de políticas llevadas a cabo por los estados, sin pensar en las consecuencias y apoyando todas las fichas a un “gas ruso” de bajo coste. Un ejemplo, es Alemania, donde el 50% del gas que utiliza el país proviene de Rusia, y no disponen de ninguna otra forma (actualmente) de solventarlo; teniendo una potentísima industria muy dependiente del gas, que si este invierno se tiene que parar, pondrá en graves apuros a la economía de uno de los líderes más fuertes de la Unión.
Muchos expertos, apuestan por el hidrógeno, como una solución al problema del gas, pero la realidad es que aún no se ha implementado, y a corto plazo no representa una opción factible. A pesar de eso, es una opción a tener muy en cuenta a medio plazo.
En un mundo idílico, los países, especialmente de la zona euro, deberían haber pensado alternativas (varias) viables al cierre de nucleares, para no quedar 100% atados a los designios de Rusia, que a pesar de que podía ser un socio comercial, no era un socio ni estable ni perteneciente a la Unión. Entre otras, se debería haber planteado seriamente y con antelación la puesta en marcha de otras energías para sustituirla, o la creación de nuevos tratos con otros países para abastecerse, y la creación de puntos de descarga de este gas y una buena red de intercomunicación dentro de Europa. Pero como todos sabemos, esto no ha ocurrido.
Dentro de toda esta coyuntura, uno de los actores que ha salido más beneficiado (según el ponente, de rebote), son los Estados Unidos, puesto que ahora sus explotaciones de gas tienen mucho más peso y valor a nivel mundial, sus barcos con gas son más cotizados y representan una balanza importante en el funcionamiento de la UE.
¿Y en qué situación queda España, o la península ibérica en todo esto? Actualmente España, o más bien, Catalunya, dispone de un buen sistema para recibir barcos con gas y de unas interesantes plantas de regasificaciçon, que podrían ser clave para la situación de Europa. Pero nos encontramos reticencias. Actualmente Francia no quiere que desde España se pueda crear un tubo de gas nuevo que permita conectarnos con Europa. Pero esto no es algo nuevo, nunca en la historia Francia quiso que España estuviera conectada con Europa a nivel gasístico, y eso provocaba que el gas en España fuera más caro que en el resto de los países de la zona euro. Actualmente, el mayor temor de Francia es que Barcelona pueda ser una competencia para Marsella, y por ese motivo se opone a la construcción del MidCat, que según el ponente, a pesar de que es parte de la solución al problema actual, tampoco es la única que debemos abordar y que Europa debe hacer.
Hablando de números, a nivel Europeo consumimos 510bcm de gas, y entre los países más consumidores están Alemania, UK, Italia y Holanda. En Europa, actualmente se producen 240bcm de gas (sin contar con Russia), por lo que hay un déficit de 270bcm de gas. Este deficit, históricamente se ha cubierto con importaciones de gas ruso (150bcm), argelino (20bcm) y por llegadas de diferentes países vía marítima (100bcm). Claramente, con la situación actual, de recortes por parte de Russia, el deficit de gas en Europa va a ser una realidad.
Una opción para aumentar la llegada de gas es aumentar la llegada marítima via regasificación. En España, disponemos de 7 plantas de regasificación con una capacidad total de 70bcm de descarga, y el consumo de gas en España ronda los 15-25bcm; por lo que sería posible exportar el resto, a través de Francia. Las infraestructuras actuales, los dos tubos de Navarra y País Vasco, tienen una capacidad de 8bcm, pero si se construyera el MidCat, podríamos disponer de la capacidad de exportar 17bcm de gas. Tal y como comentaba el ponente, no es la única solución, pero sí una solución, ya que España tendría potencia para regasificar el 30% de Europa, sin que Alemania tenga que construir ninguna planta de regasificación, que además del tiempo (mínimo 3 años para construirla), implicaría un impacto económico de 500M€.
Y este invierno, ¿Que pasara? La realidad, es que en España deberemos estar muy agradecidos a Francia por la desconexión histórica que hemos sufrido, ya que con la cantidad de gas que nos llega actualmente, podemos cubrir perfectamente nuestros consumos. Holanda y Noruega, que son productores de gas, tampoco tendrán muchas complicaciones, pero el resto de países de la unión pueden llegar a sufrir importantes cortes de gas en caso que Rusia decida cortar al 100% el grifo del gas.
Una vez finalizado el coloquio, se abrió el turno de preguntas, iniciado por un debate candente sobre la situación y la realidad de los posibles recortes y afectaciones que estos podrían tener en toda Europa.
Finalmente, Josep Ballart, presidente de Senior’s Club Empresarial terminó el coloquio, despidiendo al ponente y agradeciendo su exposición; invitándolo, como siempre, a participar en futuros eventos.
(Crónica Laura Ballart Díaz)
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